Emilio Butragueo, director de relaciones institucionales del club, llam personalmente a Jaime Fernndez, padre del nio, y le insisti en el apoyo.
El Real Madrid ha respondido a la desagradable situacin vivida por una familia en el estadio de Montjuic justo antes del inicio del ltimo Clsico entre el conjunto blanco y el Barcelona. Tal y como adelant en exclusiva EL MUNDO, entre 20 y 25 radicales de la aficin azulgrana acosaron , insultaron y lanzaron un petardo a un nio de 7 aos, con grado 1 de autismo, porque vesta una bufanda del Madrid. Ante la publicacin de los hechos y la confesin del padre del pequeo en este peridico, la directiva de Chamartn se ha puesto en contacto con la familia para conocer de primera mano la situacin, mostrarle su apoyo e invitarles al encuentro entre los blancos y el Valencia, que se disputar el prximo sbado da 11 en el Bernabu. Emilio Butragueo, director de relaciones institucionales del club, llam personalmente a Jaime Fernndez, padre del nio, y le insisti en el apoyo.
La familia, que vive en un pueblo a las afueras de Barcelona, denunci el ataque ante LaLiga y ahora mismo colabora con los Mossos para esclarecer los hechos y encontrar a los acosadores. “Cerdo, perro, hijo de puta… Hasta le lanzaron un petardo a los pies. Lo pas fatal”, explic el padre en EL MUNDO.
El pasado sbado, la familia se acerc al estadio Olmpico de Montjuic para intentar conseguir entradas para ver el clsico. No llegaron a entrar: entre 20 y 25 ultras del Barcelona comenzaron a acosar al pequeo.
“Habamos parado en el stand de Dazn y al nio le regalaron algunas cosas. Y como le gusta ms el blanco pues eligi la bufanda del Madrid”, explica Jaime en conversacin con EL MUNDO, admitiendo que l en su caso “no es muy futbolero“.
Al subir hacia Montjuic, se acercaron a alguna de las puertas a ver si podan lograr tickets, y comenzaron sus problemas. “Vino un grupo de unos 20 o 25 personas, de unos 30 aos, y comenzaron a rodearnos y a insultar al nio, que era el que llevaba algo del Madrid. Le dijeron ‘cerdo, perro, hijo de puta, qutate eso que lo vamos a quemar’… Todo en actitud bastante amenazante”, resume. Como se acercaba la hora del partido y la masa de gente creca, no encontraron a ningn miembro de los Mossos d’Esquadra que les pudiera ayudar.
“Mi mujer les empez a decir que el nio tena autismo, que estuvieran tranquilos. Pero se venan todava ms arriba. Ah lleg uno, sac un petardo y lo lanz a los pies del nio. Nos lo llevamos y le explot a poco ms de un metro. Imagnate el susto. Entr en pnico y se puso muy mal. A los nios autistas el ruido les afecta mucho y se agach al suelo. Cogimos al nio y al pequeo, que tiene 3 aos, y salimos de ah corriendo”, relata, reconociendo que el pequeo, de nombre Arkaitz, “al da siguiente tampoco estaba bien. No entenda nada”.