POR DALIA LARISA JUÁREZ OTERO

ESCRITORA

 

Existe en nuestro país gran consumo de literatura y cine de terror por parte de personas de todas las edades. Este tipo de literatura anida gente perversa, seres sobrenaturales o de dimensiones diferentes que cobran vidas o llevan a las personas a estados de locura. Por ello no es coincidencia que se esté generando una oleada interesante de literatura, incluso aquí en Querétaro, con este tipo de temáticas, especialmente entre autores (y también autoras) menores de 35 años.

Josué Gutiérrez tiene estudios cinematográficos, por lo que sus primeros textos fueron guiones para cortometrajes, que están a un clic de distancia en Youtube, por si el lector tuviera curiosidad de buscarlos. Los seis cuentos contenidos en el libro “Nada Es Lo Que Parece” fueron editados por la Fundación Carlos Briones de la Ciudad de México en el marco del “VII Festival Nacional Literario 30700”; esta forma parte de la colección “Necronomicrón del Colectivo Boo Cute Dark Stories”.

Los elementos de los que parte el autor son enteramente cotidianos, así como los miedos primarios de cualquier persona: el miedo a quedarse solo; a envejecer; a morir; a perderse; a enfermase especialmente de COVID, pero también al instinto propio de atacar y matar.

La percepción psicológica de los personajes es mucho más importante que la atmósfera física, sus emociones son las que dan movimiento a los relatos de protagonistas juveniles. Por ejemplo, estar harto de la familia y escuchar voces que invitan a matarlos a todos… en un momento no se sabe si se trata de un episodio de esquizofrenia o de un espíritu que susurra ideas destructivas. En otro escenario: perderse con amigos en medio de las vías del tren, con vagones en eterno movimiento e interminables, cuyo poder macabro consiste en robarle la juventud a la chica más vanidosa y entaconada. Una escena distinta: ser discriminada por ser posible fuente del contagio del COVID. Estos y otros son los puntos de partida de los personajes que luchan contra sus propias realidades, pero que se ven afectados también por eventos que rayan en lo sobrenatural. Sin embargo, este factor no es tan forzado ni tan repentino, pues siempre queda la incógnita de si es la simple percepción del personaje en turno, ya que el autor tiene el buen tino de que ciertos cambios físicos sean a partir de un momento emocional fuerte.

No todo lo terrorífico tiene que terminar fatalmente, pues los monstruos se pueden permitir sentir ternura ante la vulnerabilidad de las víctimas, como una enfermera que es agredida y discriminada por estar en un hospital de COVID-19, quien es rescatada por una vampiresa que tenía tiempo sin comer, una humanitaria vampiresa que había descartado a la enfermera como alimento por ser buena persona, pero que dio rienda suelta a su apetito contra otros depredadores humanos.

Es interesante el manejo de los ámbitos cotidianos, donde Josué se permite tejer las historias de miedo, con un toque de comicidad y lenguaje sencillo. Acaso se esmera en adjetivar el color y los claro oscuros de las escenas, quizás por su formación en las artes visuales.

El libro “Nada Es Lo Que Parece” se encuentra a la venta en la librería El Desvelo, Café y Libros, ubicada en la calle de Invierno 34-B, cerca de la Antigua Estación del Ferrocarril.