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El Celta se haba preparado para la fiesta de su 101 aniversario y del liderato en LaLiga y la desat casi sin esfuerzo. Los festejos en Balados los eclips durante algunos minutos el gol de Diego Lpez para el Valencia, que luego se mostr incapaz de agarrarse al resultado a favor por errores en las dos reas. Mostr tantos agujeros en todas sus lneas que acab castigado por Aspas, que encendi las velas que soplaron l mismo, Mingueza y Fran Beltrn.

Los gallegos saltaron erizados por los fuegos y el eco del himno de C. Tangana para el Centenario. Oliveira dos Cen Anos les atron desde el gradas a las 19:23 cuando enfilaban el camino al csped para acosar a los valencianistas. Les arrebataron la pelota, los encerraron e intentaron probar a Mamardashvili con las amenazas de Williot Swedberg y el imprescindible Iago Aspas. Trataba el equipo de Baraja de estirarse por la derecha con las carreras de Thierry por la banda derecha. Lo que en ese momento pareci un arma ventajosa, acab siendo una trampa mortal.

Pero antes, el Valencia haba conseguido ponerse en ventaja. Llev el baln al rea y, tras mil intentos, acab en las botas de Rafa Mir que, de espaldas, opt colocarlo de chilena en el rea pequea donde apareci para cabecearlo Diego Lpez. El gol lleg en el minuto 14 y tard en subir al marcador porque se quiso constatar lo que todo el estadio ya haba visto, que no hubo juego peligroso del delantero murciano en su acrobacia.

Lo tena el Valencia todo de cara y, de nuevo el lateral portugus se lanz a pisar rea y probar a Ivn Villar con un derechazo ms potente que colocado. Ese atrevimiento lo pag el Valencia. Con dficit de extremos y el recin llegado Luis Rioja en el banquillo, Baraja volvi a escorar a Mir a la banda derecha, una maniobra bomba porque entre sus tareas no estaban las ayudas a Thierry.

Las costuras se vieron cuando un centro de Iago Aspas desde la orilla derecha acab en la banda contraria reclamado por un solitario Mingueza para, de media bolea, colarla por la escuadra de Mamardahsvili. Apenas diez minutos le haba costado al Celta empatar y, en poco ms, le dio la vuelta al marcador. Lo quiso hacer Swedberg, a la carrera y con un doble regate en el rea que Mosquera aguant para que el sueco no pudiera ajustar su disparo. El agujero por la banda era ya muy evidente.

Pese a que Rafa Mir despej en lugar de rematar en el rea de Guaita, el Celta se aprovech de otro robo. Conduca Mingueza desde su campo cuando vio incorporarse a la carrera a Aspas por el carril central y le asisti para marcar el segundo gol. El centro del campo valencianista fue transparente.

Al Valencia, con el marcador a favor, le haban remontado en cinco minutos con dos contras por haberse olvidado de protegerse. Mene Baraja a sus extremos buscando cerrar vas de agua, pero el Celta tampoco era perfecto y pudo ver que su esfuerzo se quedaba en nada si Hugo Duro hubiera estado ms gil para rematar en el punto de penalti un centro de Jess Vzquez. No slo no marc el empate sino que vio cmo le castigaban por unas manos en el rea en el tiempo aadido. Es entonces cuando Mamardashvili, que se quedar en el Valencia una temporada ms cedido por el Liverpool, se acerc a susurrarle a Aspas y el maleficio surti efecto porque atrap el lanzamiento, impropio de la veterana del gallego.

Tuvo que volver a salvar el georgiano a su equipo al inicio de la segunda parte con un paradn a mano cambiada al envenenado golpeo del delantero sueco de los celtias. Slo fue un aviso de que el equipo de Claudio Girldez queran ms y el tercer gol llev con un obs de Fran Beltrn desde la medialuna del rea.

Noqueado el Valencia, Baraja estren a Luis Rioja y Balados se encomend a Borja Iglesias, que les regal un taconazo que pretenda dejar solo a Bamba ante el meta valencianista. Con el marcador cmodo, el Celta alz el pie y el Valencia quiso crecer a base de los chavales de Paterna. Eran los dos equipos el reflejo del potencial que tiene su cantera y las telaraas de sus cuentas, destinados a pelear por los mismos objetivos.

La mejor ocasin que tuvo el Valencia de acercarse estuvo en el baln llovido de Foulquier que Rafa Mir estrell en el poste. El resto fue ms corazn que cabeza y oportunidades y el Celta no sufri.