Rebelin o resignacin. No hay ms alternativa cuando se vive en un estado terminal, enganchado a Primera slo por las matemticas porque las sensaciones son de una cada infinita. Dos victorias en los ltimos 24 partidos. Penltimo con 12 puntos despus de remontar dos veces al Alavs en un esfuerzo que pareci titnico y que slo alcanz para empatar. Se quiere agarrar el Valencia a Primera pero la cuerda va perdiendo cabos jornada a jornada. O se escala de manera inmediata o ser imposible. [Narracin y estadsticas]
El gol de Dani Gmez a la desesperada en el minuto siete del aadido slo maquill la desastrosa imagen del equipo de Rubn Baraja, a quien Mestalla le pidi que se fuera y deje tan solo la lona que parece en la fachada. Es la primera vez que Pipo escucha el ‘vete ya’, una losa que pesar en su nimo. El tcnico y su plantilla han vivido agarrados a la poder que ejerca Mestalla, amparndoles y rescatndolos de un destino que hace aos que se vislumbra pero ahora se roza. Esa proteccin ha desaparecido porque cmo se salva a un equipo jibarizado y estrangulado al que Peter Lim est empujando de bruces a Segunda Divisin. Slo haba que acertar la temporada en que pasara y esta, a pesar de que quede la mitad en juego, huele a incienso y a funeral.
El valencianismo puede resignarse y convertir el estadio en un coro de plaideras, algo que no va en el carcter, o alzarse contra el tirano que ha desvencijado su escudo. Los gritos de Mestalla antes de que arrancara el duelo contra el Alavs demostraron la va elegida. Por primera vez en aos, clam contra el palco como hace tres das cuando, simblicamente, expulsaron al consejo de administracin de la junta de accionistas que se convirti en clandestina.
La presidenta Layhoon Chan junto a uno de los consejeros del Valencia.
No hay perdn para Lim ni sus directivos, aunque tampoco lo hay ni para Baraja ni para los jugadores. La caldera se encendi no porque la activaran los blanquinegros sino porque en el minuto 6 Carlos Vicente, ese futbolista que vive la camiseta del Glorioso porque el Valencia no quiso pagar 600.000 euros al Ferrol, encontr la espalda del improvisado lateral Luis Rioja y puso cmodamente un centro que Kike Garca prolong para que apareciera Carlos Martn y adelantara al Alavs en el marcador y hacer temblar al Valencia.
Ni una jugada en ataque, ni un pase de seguridad, ni un despeje a tiempo. El Valencia se descompona sin remedio y Baraja, en un inesperado tiempo muerto por la lesin de Guridi, no logr enmendarlo. Ni un destello queda de aquel equipo punzante que asfixiaba rivales y corra hacia la portera rival. Hoy horizontal, plano, sin riesgo y sin plvora. Del segundo gol le salv Dimitrievski atajando un cmodo remate en el punto de penalti de de Stoichkov. Le haba encontrado Carlos Martn tras romper, una vez ms, a Foulquier. A Coudet le estaba saliendo el plan y vea posible sumar la primera victoria tras dos empates. A Baraja se le acaba el tiempo y slo le ancla al banquillo un finiquito que Peter Lim no quiere pagar.
Quiso reaccionar el Valencia tras el descanso con dos destellos de Almeida y Hugo Duro, que buscando un remate choc con Sivera y oblig al guardameta a retirarse. La entrada de Owono bajo palos acabara siendo una ventaja porque el ecuatoguineano trab a Diego Lpez en el rea y el VAR avis a Alberola Rojas de un penalti que marc Luis Rioja.
Se haba esquivado una bala, la grada se enchufaba, pero el Valencia segua sin daar a los vitorianos y cometiendo errores. Fue otra vez Mosquera, derribando a Diarra y provocando un penalti, esta vez sin VAR, que Jordn mand imperialmente a la escuadra cobrndose el regalo que le meta los tres puntos en el bolsillo en el minuto 85.
Cuando el Valencia deambulaba a la desesperada echando arrestos, lleg un centro de Diego Lpez que caz Dani Gmez para salvar un punto que no despej la tormenta que se desat al final del partido contra la directiva en la Avenida de Suecia. No se escapa de ella el entrenador, que arrastra un porcentaje de derrotas del 43,38%, el mayor de la historia.