Por León Pablo Bárcenas Clavel

divulgador de la Ciencia

Marzo de 2020, se declara una pandemia. Durante el siglo pasado, el XX, hubo tres. Ya llevamos la primera en este XXI y faltarán dos o tres más en lo que resta de la centuria que vamos comenzando. Hemos transitado por las diferentes etapas de la pandemia del COVID-19 sólo con la intención de sobrevivir, pero si lo que queremos es perdurar, entonces pongamos atención a estas fases dictadas por los equipos institucionales de salud a nivel mundial para prepararnos, ya que el siguiente evento será dentro de 10 o 50 años, según la historial registrada. En una pandemia existe un gran número de personas contagiadas en varios países y regiones del mundo, y estas personas no cuentan con inmunidad, por lo que llegan a presentarse gran número de fallecimientos. Así ocurrió en 1918 con la llamada Gripe Española; en 1957 con la Gripe Asiática y en 1968 con la Gripe de Hong Kong.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia de COVID-19 el 11 de marzo de 2020, luego de varios titubeos y contenciones que se originaron en eventos anteriores que, sin una evaluación rigurosa, declaraban pandemias a contagios que no lo eran, o anunciaban un riesgo sanitario con medidas de precaución, manejo y control cuando ya era demasiado tarde.

El 5 de mayo de 2023, el Comité de Emergencias de la OMS recomendó declarar el fin de la etapa de emergencia. No quiere decir que la enfermedad ya desapareció, sino que transitó a una etapa de mayor control, con un menor número de contagios y que la población ya presenta inmunidad por la aplicación de vacunas. Como tal, la emergencia sanitaria internacional ya pasó, ahora son los gobiernos locales y regionales quienes se tienen que encargar del manejo de las enfermedades infecciosas porque el riesgo persiste y el virus va a convivir con nosotros a partir de ahora.

Las seis o siete fases en que se puede dividir una pandemia pueden quedar así:  en la Fase Uno, el virus o bacteria está presente en algunos animales sin contagios a las personas. En la Fase Dos, empiezan a presentarse contagios de animales a humanos, lo que puede en un momento dado representar un riesgo de pandemia muy bajo. Durante la Fase Tres ya existen contagios entre grupos pequeños de personas en situaciones muy específicas, pero no se puede declarar aún una potencial pandemia. Para la Fase Cuatro ya se presentan brotes en comunidades, hay un número creciente de individuos contagiados, mientras que en la Fase Cinco el contagio ya se presenta en al menos dos países de la misma región. A partir de aquí, el tiempo de respuesta es breve y una pandemia está en puerta. En la Fase Seis, la pandemia ya está ocurriendo con personas enfermas en muchas partes del mundo: se alcanzará un punto máximo de contagios y sus devastadoras consecuencias para después disminuir, que no desaparecer, y llegar a niveles bajos.

Al no desaparecer la enfermedad, en estas últimas etapas no se puede asegurar que no habrá futuras oleadas y que vuelva a elevarse el número de contagios. A esta etapa de transmisiones de la enfermedad ya disminuidas se le llama de recuperación.

Al revisar la historia, las pandemias han estado presentes siempre, lo mismo que la superstición y la ciencia, luchando por contenerlas. La alta movilidad de las personas entre continentes, países y espacios hace que los futuros brotes de enfermedades se presenten con mayor frecuencia y con más alta intensidad que en el pasado.