Ninguno de los muchachos que perdieron la vida portaba armas y en el vehículo no se encontró nada ilícito
(La Jornada)
Cinco jóvenes, uno de nacionalidad estadounidense, murieron a consecuencia de los disparos realizados por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) contra la camioneta en la que se desplazaban por la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo, Tamaulipas; otro resultó ileso, pero quedó traumatizado, denunció el Comité de Derechos Humanos de esta ciudad.
Autoridades federales dieron a conocer que ninguno de los muchachos que perdieron la vida portaba armas y en el vehículo no se encontró nada ilícito. “Ignoramos por qué les dispararon si no traían armas, droga, o algo con que agredir a los uniformados”, comentó una fuente cercana a la investigación.
Colonos de Manuel Cavazos Lerma, donde ocurrió el atentado, aseguraron que algunos de los jóvenes tiroteados quedaron con vida y durante una hora pidieron ayuda médica, pero les fue negada por el personal de la Sedena, que impidió el acceso a los cuerpos de emergencia.
