Cada 18 de diciembre, Qatar celebra su da nacional, la conmemoracin de la unificacin de 1878. Y en esta poca en la que los estados del Golfo Prsico usan el deporte para abrirse ms al mundo y reconstruir su imagen en el exterior, el emirato est entregado al ftbol. Hace dos aos, ese mismo da 18 de este mes, el Estadio Lusail acogi la coronacin de Leo Messi y Argentina en la final de uno de los Mundiales ms socialmente polmicos de la historia. Maana, de nuevo da 18, Doha recibe al Real Madrid para disputar ante el Pachuca mexicano la final de la Copa Intercontinental.
Los 24 meses que separan los dos eventos, ambos organizados por la FIFA en suelo catar, sirven de excusa para reflexionar y analizar lo sucedido, y lo que no, en Qatar despus de la Copa del Mundo. “Volver, estaremos aqu para revisar todo y todos ustedes se habrn ido“, declar Gianni Infantino, presidente del mximo organismo del ftbol mundial, ante la prensa crtica en el cierre del torneo de 2022.
Desde la eleccin de Qatar como sede del Mundial, las denuncias de los organismos internacionales sobre las condiciones de los trabajadores y la falta de derechos humanos en el pas rabe llenaron las portadas de los medios de comunicacin de todo el mundo. Segn una investigacin del diario britnico ‘The Guardian‘, ms de 6.500 obreros de Bangladesh, Nepal, India, Pakistn y Sri Lanka fallecieron durante la construccin de los estadios. Y despus del ftbol, siguen las denuncias. Amnista Internacional asegura que “los avances en la mejora de los derechos laborales se han estancado desde que termin el torneo y los cientos de miles de trabajadores que sufrieron abusos y se vieron afectados siguen sin tener acceso a justicia y reparacin”, y habla de “un progreso limitado“.
“Muchos perdieron su dinero”
Segn el organismo, las mejoras se concretan en la libertad de los trabajadores migrantes para salir del pas, que antes no tenan, y leyes para limitar la exposicin al calor durante el trabajo. Pero insisten en que cientos de miles de trabajadores extranjeros haban pagado una tasa reembolsable para poder trabajar en la construccin de estadios y todava hay una gran parte que no la ha recibido. “Muchos perdieron su dinero, su salud e incluso su vida mientras la FIFA y Qatar negaban su responsabilidad. Desde el final del torneo se ha hecho muy poco y estos trabajadores no pueden caer en el olvido”, declar Steve Cockburn, director de Justicia Econmica y Social de Amnista Internacional.
Durante los ltimos das del Mundial de 2022, Infantino anunci la creacin del ‘FIFA Qatar 2022 Legacy Fund‘, una plataforma en la que se invertiran 50 millones de dlares para crear programas sociales y, entre otras cosas, apoyar las reclamaciones de los trabajadores. El proyecto ha arrancado hace slo unas semanas y para los crticos se trata de una cantidad escasa, centrando su mirada en los 7.500 millones que gener el torneo.
Mientras, la realidad futbolstica de Qatar no se ha detenido. El pas acogi la Copa Asia de este ao, organizar la Copa rabe de 2025 y mantiene vivo su sueo de convertirse en sede de unos Juegos Olmpicos, con el ao 2036 en la cabeza. Todo para exprimir y maximizar los 200.000 millones, el dato no oficial que ms se ha comentado, que invirti el pas para 2022. Los estadios siguen a pleno rendimiento, pero ahora mezclan el ftbol con la cultura, otro de los grandes objetivos del pas a medio plazo para continuar alicatando su imagen.
Batalla geopoltica y futbolstica
El Gobierno planeaba desmantelar alguno, como el famoso 974 construido con contenedores, pero de momento sigue en pie. Y otros en los que iba a disminuir el aforo, lo mantiene. Por qu? En parte, por el desafo de un vecino que amenaza con arrebatarle protagonismo: Arabia Saud. Los saudes, que acogieron la Copa Intercontinental del ao pasado, acaban de confirmarse como sede del Mundial 2034 a pesar de las denuncias de organismos como Amnista Internacional. Desde hace varios veranos han invertido cientos de millones en su liga de ftbol, con el fichaje de Cristiano Ronaldo como pico de la pirmide, y han obligado al ftbol mundial a desviar la mirada desde Doha a Riad.
Se trata de una batalla geopoltica y futbolstica que parece no tener fin, con los Juegos Olmpicos como objetivo ltimo de ambos estados petroleros. Qatar, que entreg toda su inversin al Mundial y a aquel PSG de Mbapp, Neymar y Messi, trata ahora de cambiar su centro de la diana para competir a nivel local con Arabia. Este verano han tenido eco los fichajes de los espaoles Joselu, Luis Alberto o David Garca por equipos de la liga catar, donde ya estaba otra ex estrella como Verratti, pero Arabia sigue reinando a la hora de acumular talento europeo.