Un Madrid agobiado por la presin y el magnfico sistema defensivo de Simeone lleg a los cuartos de final gracias a los penaltis, como en aquella final de la Champions en Roma. El entrenador del Atletico se conden as mismo por su cobarda tctica.
Gracias a un doble fallo de Asencio, el Atltico se encontr con un gol ridculo nada menos que a los 30 segundos de iniciarse el partido. Pero ah se acab la ambicin de Simeone. Su propia mezquindad de la final de Lisboa o su complejo perdedor con el Real Madrid.
El Atltico del tcnico argentino, con ese gol de ventaja, ya nunca jams jug a ganar la eliminatoria. Como si confiara su suerte a la prrroga y los penaltis, como si considerara un embajador proftico de los rojiblancos.
Ancelotti tambin hizo lo suyo. La jugada clave fue la jugada que se invent de fantasa Mbapp y provoc un penalti. Un penalti es un gol. Pero para el nclito Ancelotti, ante el asombro general, decidi que lo ejecutara su jugador mimado: Vinicius. Todo para su ego.
Se lo rob a Mbapp, como cuando le roba el espacio por el lado izquierdo cuando es el lugar que debera atacar el superlativo y genial jugador francs. No tiene sentido, salvo que lo apoye en la circunstancia el presidente blanco. Luego lo sustituy, pero no por castigo, sino para protegerlo de cara los decisivos penaltis. No quera que fallase otra vez.
Cada da cre ms que Vini no tiene ni la cabeza en el Madrid , sino en su narcisismo, para ganar ms dinero. El juego de conjunto no sabe ni lo que es. Hasta Belligham le reprochaba su individualismo. Si es verdad que los rabes ofrecen tantos petro-dlares, va al desierto en el camello de la avaricia. Ancelotti es capaz de jugar ofensivamente como un equipo mediocre, sin imaginacin ofensiva, sin amparar a cuatro monstruos del ftbol mundial como Bellingham, Rodrygo, Mbapp y el indigente Vinicius. Parece como una locura en el manicomio del ftbol actual.
Pero esa es la verdad del actual entrenador madridista, que malvive gracias a sus jugadores, como el penalti que provoc Mbapp , que le deba sentar como un tiro al narcisismo del brasileo.
El partido slo tuvo emocionalidad. Nunca existi calidad, porque un equipo, el Atltico, no quiso ganar la eliminatoria, slo subsistir hasta la prrroga y los penaltis. Seguro que es lo que pensaba Simeone. Su miedo es una lacra para el Atleti y cuidado con lo que pasar con el Barcelona.
El Madrid no tiene un cuadro fcil para ganar la Champions, dado el maldito balance, el engendro que ha creado la UEFA, con este sistema absurdo, como que el Liverpool caiga eliminado y fue el primero. Es una desgracia para un torneo de tanto prestigio.
Lo que me parece perverso es que los fanticos de Simeone gritaran de alegra , porque el Madrid no empataba el partido. Es algo srdido y estupefaciente.