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Nadie puede ya dudar del liderazgo del Real Madrid en esta Liga. Juega con brillantez, con una superioridad escandalosa y, adems, en los tres partidos en casa con Juventus, Bara y Valencia realiz exhibiciones. El mejor show de esta Liga.

Hace aos que el Real Madrid no se exhiba con una exuberancia tan increble. Con una superioridad que casi dejaba el papel del Valencia en grotesco. Un club que con Peter Lim o sin l, es un equipo que se va hacia al fondo del mar de la Segunda Divisin.

El Madrid de la presin juega de maravilla con futbolistas al espacio. Qu pena que el segundo tiempo fuera un poco bodrio, porque los blancos iban a la mitad de la velocidad. Lo mejor fue sin duda el soberbio gol de Carreras, que recordaba de algunn forma, aunque sea en minscula, al gran Roberto Carlos.

Por fin parece que Xabi Alonso es el entrenador que puede devolver al Real Madrid a la autopista de los xitos. Domina los partidos con una frescura insultante y ha recuperado a Bellingham de manera espectacular.

El ingls ya puede ser la segunda gran estrella del equipo blanco tras el demonio Mbapp. Desde luego, Vinicius, no. Cada da las clulas grises del brasileo le funcionan peor. No hizo nada o casi nada brillante en el primer tiempo. Y encima tiene la impertinencia y la desfachatez de quitarle un penalti a la cuenta de rcord de Mbapp.

En este caso, el gran culpable es Alonso. Todava le tiene miedo a Vini. Si se dieron cuenta lo mand al banquillo junto a Mbapp, como si lo comparara con el francs por calidad cuando no es ni la cuarta parte de lo que fue. Jams debi permitir que Vini tirara el penalti, cuando es el especialista ms mediocre de los que conocemos. No mete uno. Imagnense que el resultado estuviera apretado y esta lumbrera se carga el partido.

La cpula de la Casa Blanca tiene mucha culpa de que Vinicius trate de hacer lo que le d la gana. Que el Madrid hiciera el ridculo y que no fuera a recoger el Baln de Playa de Vini, fue un ridculo mundial. Es el nudo gordiano de lo que ocurre en la actualidad. Y encima se aprovecha de la generosidad de Mbapp. Me parece un crmen futbolstico.

Tambin tengo la impresin de que alguien da dinero para que juegue Mastantuono. Un petardo, cojo de la pierna derecha y que es incapaz de hacer algo relevante. No hubo ms que fijarse que Endrick, en tan solo una jugada, dejaba en ridculo al argentino. Y Brahim en la grada. Son imposiciones a Xabi Alonso, de las que no parece evadirse.

Ahora los shows se deben ver lejos del Bernabu. Para empezar, el Liverpool, un equipo en crisis que el Madrid puede agravar.