Edson Arantes do Nascimento, Pel, nos ha dejado este jueves a los 82 aos, como confirm su agente Joe Fraga. Desde el pasado 29 de noviembre se encontraba ingresado en el Hospital Albert Einstein de Sao Paulo, tras fracasar el tratamiento al que estaba siendo sometido por un cncer de colon. Pero, en la capacidad del ftbol para perpetuarse en la memoria, sigue entre nosotros y conserva los aos que tena cuando era O Rei con el 10 a la espalda, el nmero de la ciencia y la cbala en el ftbol.
Resumir en unas lneas la figura de Pel, nacido el 21 de octubre de 1940 en Tres Coraoes (estado de Minas Gerais), es como intentar meter la Amazona en una maceta. Reconocido, junto a Di Stfano, Cruyff, Maradona y Messi, como uno de los cinco mejores futbolistas de la historia, super a todos en impactante precocidad cuando, con 17 aos, se proclam, en 1958, en Suecia, campen del mundo.
Brasil an lloraba el Maracanazo de 1950, y el consuelo lleg en gran medida de la mano de un polluelo de plumn primerizo en un nido de guilas reales: Djalma y Nilton Santos, Garrincha, Did, Vav, Zagalo… Era el benjamn de un grupo de ilustres conjurados para conducir a Brasil hacia su primer ttulo mundial. El grumete era tambin la arriesgada apuesta del seleccionador, Vicente Feola, que lo haba llevado un ao antes a la verdeamarelha y preferido a nombres consagrados.
Aquel pipiolo del Santos paulista, en el que haba debutado a los 15 aos y al que haba llegado desde un mnimo club de su estado natal entrenado por su padre, Joao Ramos, Dondinho, ex modesto jugador del Fluminense y el Atltico Mineiro, no era titular. Y no intervino en los dos primeros encuentros: una sencilla victoria (3-0) ante una dbil Austria y un inspido empate a cero frente a Inglaterra. El juego no daba para alimentar las mejores esperanzas. El plantel, entonces, se reuni con Feola y le inst a alinear al adolescente, reconocindole un magisterio sin edad y una influencia sin reservas.
Pel no anot en el 2-0 a la URSS. Pero s, ya en cuartos, el 1-0 a Gales. En las semifinales, le hizo tres goles a Francia (5-2). Y, en la final, con el mismo resultado, dos a Suecia. A partir de entonces, ese apelativo, Pel, que desagradaba de nio a su portador (en casa lo llamaban Dico), se convertira en la encarnacin de la excelencia en todas las facetas, fsicas y tcnicas, del juego. Naca el mito personal y el nacional del Brasil del “jogo bonito”.
Pel, en la suprema expresin de su individualidad nica, ganara otros dos Mundiales, el de Chile62 (slo participara en un partido, ante Checoslovaquia, en el que marc y se lesion) y el de Mxico70. En 1966, en Inglaterra, vctima de la dureza consentida de Bulgaria y Hungra, no pudo impedir la eliminacin del conjunto. Pero en Mxico alcanz junto a sus compaeros tal conjuncin de virtuosismo y eficacia, que bien pudiera reconocerse en ella la perfeccin, resumida en una delantera para la eternidad: Gerson, Jairzinho, Tostao, Pel y Rivelino.
Pel reuna en su persona los ingredientes literarios precisos para convertirse en un dolo de masas: extraccin humilde, provinciana y ejemplo desde el duro y seco suelo de que los sueos pueden hacerse realidad. Sobre todo, en Brasil, gracias al ftbol, un repetido mecanismo de ascenso social.
Pel era inteligente. Agradecido al ftbol, que mira a muchos y bendice a pocos, supo utilizarlo, a veces en actividades demasiado superficiales y mundanas, para subir muy alto tambin en la vida. Sin ser un rebelde, tuvo roces con el poder futbolstico (Joao Havelange) y poltico en la defensa de las clases desfavorecidas, olvidadas por las dirigentes. En su trayecto existencial, pas de trabajar de nio en una fbrica de zapatos, aunque jugaba en la escuela descalzo, con el pie pelado (Pel), a sentarse en el silln de ministro del Deporte entre 1994 y 1998. Aprendi idiomas, que modulaba con su bella voz de bajo y, apoyado en su prestigio deportivo, recorri el mundo como embajador de la ONU y la UNESCO en labores relativas a la ecologa, la educacin y la cultura. E hizo pinitos como actor y cantante. Su recorrido sentimental, en el que no faltaron ni la famosa cantante Xuxa ni un par de Miss Brasil, fue agitado. Se cas tres veces y tuvo siete hijos reconocidos.
En un mundo no tan globalizado como el actual, su gran escaparate fuera de Amrica fueron los Mundiales. A travs de ellos se le conoci en Europa, que reservaba para los europeos el Baln de Oro. France Football le otorg uno honorfico en 2013 y reconoci que habra obtenido siete entre 1958 y 1970.
Y es que Pel slo sali del Santos para, ya en su ocaso, y tras 18 meses retirado, en un empeo personal de Henry Kissinger, fichar en 1975 por el Cosmos neoyorquino como reclamo promocional del soccer en EE.UU. Despus de contribuir a hacerlo campen, se retir en 1977. Realmente, fue un one club man. Muchos clubes europeos, entre ellos el Real Madrid y el Barcelona, trataron de ficharlo. Pero en Brasil era considerado, en palabras del presidente Jnio Quadros, un “tesoro nacional”. Ningn gobierno hubiera consentido traspasarlo. Antes habran vendido El Corcovado.
La grandeza deportiva de Pel no se explica slo por las cifras. Pero stas ayudan a interpretarla. En tiempos tecnolgicamente imprecisos, difieren algo. La FIFA le otorga 1.282 goles. La RSSSF (Rec. Sport. Soccer Statistics Foundation), 1.301 (775 en partidos oficiales). Con Brasil tambin hay variaciones. Pero se admiten 92 encuentros (a veces se le dan 106) y 77 tantos. Sum tres ttulos mundiales y una Copa Amrica. Con el Santos gan 10 veces el Campeonato Paulista y seis el nacional Brasileirao. Tambin dos Copas Libertadores, dos Copas Intercontinentales, una Recopa sudamericana y dos Recopas Intercontinentales.
Mejor jugador del siglo XX segn la FIFA y mejor atleta segn el Comit Olmpico Internacional, lo ha matado una de las palabras ms horribles en cualquier idioma: cncer. Pero permanece vivo gracias a una de las ms hermosas: ftbol.
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