Por Luis Montes de Oca
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En la mirada de los niños está el recuerdos de tardes enteras jugando futbol en los llanos y la voz de un hombre de Dios, que a la par de juego los orientaba para alejarlos de las drogas y de las pandillas, para enseñarles el respeto y acabar con la violencia familiar, sembrando en ellos la semilla del amor a Dios y a Jesucristo, su aliado.
Sí, antes de que se abrieran las puertas de su nueva parroquia en Juriquilla, San Judas Tadeo de la Santa Cruz, están las lágrimas por sus hijos que andaban en malos pasos y el amor de este sacerdote que con mano firme y amable se los fue arrancando a la delincuencia, sin importarle las amenazas.
Montenegro se hizo a su párroco y el ama entrañablemente a su grey, a quienes les enseñó, en una nueva evangelización, como misionero a vivir bien, a estar organizados para defenderse de la violencia, a ser fieles católicos y celebrar sus fiesta… también a construir un nuevo templo en la Montaña, tal vez para llevarlos más ceca de Dios.
En los lugares más expuestos a la violencia y el crimen, como el Fraccionamiento Santa Rosa, ahí estaba el Padre Ricardo con su pueblo edificando la iglesia, oficiando misa en una m esa de pino desvencijada yj tramos de plástico para cubrirse del sol y ahí estaba la gente con sombrilla escuchando al Sacerdote Ricardo Vargas, trabajando con gente de buen corazón para construir este templo.
Pero antes de que recibiera el aviso, Dios ya lo había señalado para llevárselo a otra comunidad, para seguir con su obra evangelizadora.
Por eso ayer a la entrada de la Parroquia de San Judas Tadeo de la Santa Cruz, en su mirada estaban esos dos mundos, el de Montenegro y el de Juriquilla Pueblo, ambos en Santa Rosa Jáuregui.
Entrada
Cuando la puerta se abrió estalló el júbilo, la gente de la Parroquia de San Pedro Apóstol, que fueron a despedirlo y la de Juriquilla, de la Parroquia de San Judas Tadeo de la Santa Cruz, que acudió a recibirlo y a su vez, a despedir a su cura párroco Fidencio Servín León.
Esa entrada entre dos realidades de un mismo pueblo, fue el génesis de la unión de dos comunidades en torno a un hombre de Dios, incansable, que no duda en dar la vida por su gente ni meterse en los peores lugares para rescatar a los jóvenes y niños, de las garras del vicio y del crimen.
Tocó el obispo y se abrieron las puertas, no se cerró un capítulo, para abrir otro, se sumaron para escribir juntos una nueva historia, teniendo como testigo al Obispo de la Diócesis de Querétaro, Fidencio López Plaza, quien estaba de plácemes ante tanta feligresía y las manifestaciones de amor y respeto.
Sede vacante
Bendito el que viene en nombre del Señor
Con toda norma, se procedió a leer el oficio, de la Parroquia a que se le ha conferido y las Cartas Pastorales.
El Obispo Fidencio López Plaza, recordó que Jesús llamó a los que Él quiso, para evangelizar y recordó que la Iglesia es sinodal y mantiene el arte de caminar juntos.
Se dio lectura al Decreto y se hizo el juramento de fidelidad: “Así lo ofrezco. Así lo protesto y que Dios me ayude a cumplirlo”, dijo el Padre Ricardo de frente al Altar y luego sobre el Ara, procedieron a firmarlo,
Entrega de llaves
Por eso, cuando la puerta del templo se abrió, estalló el júbilo, el Padre Ricardo Vargas había recibido las llaves y en procesión, le dijo el Obispo Fidencio López Plaza: “las llaves sin el símbolo de tu autoridad.
Campanario
Entonces, los pasos de la procesión de dirigieron al campanario y el Padre Ricardo las hizo sonar por los pueblos, por los sacerdotes y por los profetas.
Pila Bautismal
La Iglesia es madre, tiene fuente y engendra hijos —dijo el Obispo Fidencio al Padre Ricardo— “este es el seno materno de la Santa Madre Iglesia”.
Confesionario
Este lugar es para que ores por todas las personas que se acerquen a ti, “es el trono de la gracias para alcanzar la misericordia” y dichas esas palabras una ovación espontánea surgió, tal vez porque quizá nunca se había pensado en un confesionario como el trono del a gracia para alcanzar la misericordia, sino como en un lugar de penitencias.
Sagrario
La precesión llegó hasta el Sagrario y las palabras del Obispo Fidencio cimbraron el templo y a la parroquia: “en el Sagrario está la Eucaristía para los moribundos y para los enfermos”…
Hubo un silencio de reflexión y inmersos el él, vino de nuevo el júbilo.
La Sede
El Obispo Fidencio López Plaza, entregó la Sede al Padre Ricardo para que la tomara en posesión, custodiándolo todo el tiempo y acto seguido procedieron a colocarle la Casulla.
Altar
Ya ataviado con la Casulla y habiendo tomado la sede, que estaba vacía, el Padre Ricardo, recibió el altar, depositando un ósculo a la Mesa del Señor y tras ello, prosiguió la homilía, para darse el saludo de la paz y orar, por el futuro de estas dos comunidades hermanadas por el padre Ricardo.
Luego, luego todo fue fiesta y abrazos, encuentros y reencuentros y el recuerdo de una ceremonia que se llevó dos horas y media, para estregar al nuevo párroco se Iglesia.