Actualizado

La sensacin de control es la ms poderosa en la vida y en el ftbol. Slo desde la conviccin de que todo fluye como se planea se puede crecer y desatar el talento. Se suelta lastre y se vuela, que es justo lo que hizo el Bara ante el Young Boys. Se olvidaron los golpes en Europa, el vapuleo en Pamplona y la retahla de bajas para disfrutar ante un rival que le sirvi la goleada en bandeja. [Narracin y estadsticas (5-0)]

Hansi Flick ha hecho de psiclogo de un equipo que, pese al talento que acumula, se empequeeca ante la adversidad. Su Bara an no es perfecto porque ni siquiera est armado, pero se ha despojado de ataduras con dos lderes del descaro, Raphinha y Lamine Yamal que acaban contagiando al resto. Esta vez el tcnico alemn dej a un lado el excel de minutos y puso sobre el csped a sus mejores peloteros, buscando cmo hacerles hueco a todos.

Antes de que el Young Boys asimilara que estaba en Barcelona, ya se vio con un gol en contra en una jugada perfecta en la que intervinieron todos ellos. De primeras busc Casad a Ferran, que en un toque se apoy en Lamine para, sutilmente, dejar a Raphinha en posicin de trazar un centro al segundo palo donde apareci Lewandowski. La pelota fue de bota en bota hasta el fondo de la portera como si hubiera una mquina de pinball sobre el csped.

Defensa transparente

Se sacudieron la tensin los jugadores y fueron empujando a los suizos, alejndolos de Pea, escrutado por la mirada desde el palco de su rival Szczesny. El partido se jug en 50 metros, con el Bara encontrando con facilidad los huecos que dejaba una defensa transparente que se saba expuesta a un vendaval. Suelto Pedri, alimentaba a Lamine, que vive en un duelo permanente, y a Ferran, que prob sin fortuna con un disparo raso. Escaneando las debilidades suizas andaba siempre Raphinha, asumiendo con soltura su capitana y un liderazgo de estreno que le sienta como un guante.

Entre tanto, el Young Boys no era capaz de superar la lnea de medios. Su primera ocasin lleg a la media hora con un centro de Blum que Colley remat sin fe para que se paseara por el rea. Ese aviso desat an ms al Bara y afil el colmillo del brasileo del Bara, alejado de la banda pero igual de desequilibrante.

De un saque en corto con Lamine, busc a Pedri para que armara su tiro, lo salv de cabeza Itteri y an lo caz el capitn para marcar el segundo tanto. Tres minutos despus, Iigo Martnez apareci para cabecear un falta telegrafiada con la maestra de Pedri. Era imposible que los suizos salieran con vida de Montjuc, y eso que su guardameta Keller evit el cuarto de Ferran y le gan un mano a mano a Lamine, algo forzado, para no irse al vestuario humillados. Slo era cuestin de tiempo.

Con el viento a favor

En el arranque de la segunda mitad, Raphinha volvi a agitar su zurda para pone un crner al segundo palo que, si bien no remat Iigo Martnez, lo empuj Lewandowski. El duelo, absolutamente inclinado, le daba a Flick la oportunidad de mirar al banquillo y rescatar a Ansu Fati, al que llevaba semanas buscndole hueco. Se lo hizo en el lugar que tambin ha inventado para Pedri: en el centro del campo junto a Casad. Eso s, ante un rival como los suizos, con libertad para asomarse al rea.

Lewandowski anota el 4-0, el martes en el Lluis Companys.

Lewandowski anota el 4-0, el martes en el Lluis Companys.AP

No asom de nuevo la gallarda del campen de Suiza, hoy penltimo en su liga, hasta el minuto 66, cuando Monteiro logr escaparse por banda y estrellar la pelota en el larguero y que Casad salvara el rechazo casi bajo palos. No era un partido para perdonar las pocas ocasiones que le dej crear un Bara que no alzaba el pie del acelerador.

Con el viento a favor, Flick empez a gestionar descansos y encendi las luces largas. El duelo, cmodo, iba a tener un segundo propsito: acelerar la dinmica de juego de algunas piezas que sern claves. Primero fue Fati, despus Frenkie De Jong. El neerlands volvi a un terreno de juego despus de cinco meses de lesin dando un respiro a un centro del campo magullado en este inicio de campaa. Fue la primera ocasin para encandilar a un entrenador que ha demostrado que es capaz de resucitar a jugadores con necesidad de encontrar su mejor versin, nunca vista como azulgranas.

Eso es lo que ha logrado Raphinha con una regularidad desconocida. Fue el brasileo quien sirvi el festn europeo al que puso la guinda el gol en propia puerta de Camara para culminar el despropsito de su equipo, que slo marc en el aadido y fuera de juego.