CELAYA,Gto.- Previo a la celebración del Día de Todos los Santos y del Día de Muertos, entre la población ha tomado auge la tradición de vestirse de demonios, brujas, fantasmas, zombies, vampiros, entre otros monstruos y personajes de películas y series de terror para celebrar el Halloween. Pero, ¿un católico puede celebrarlo? De acuerdo con el padre José Natanael Torres García, ¡No!, debido a que tiene un origen pagano que se remonta 300 años antes de la venida de Jesucristo, en el norte de Europa, cuando los sacerdotes druidas invocaban a los malos espíritus.

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ORIGEN PAGANO

Torres García explicó que al comienzo del otoño se celebraba con una festividad en la que los sacerdotes druidas invocaban a los malos espíritus para recibir profecías del futuro. Durante esta celebración, realizaban rituales que incluían la quema de hogueras para hacerlos presentes, mientras usaban distintos disfraces. Por su parte, los druidas pedían comida de casa en casa para ofrecerla a Samán, dios de los muertos.

“De allí esta celebración tomó el nombre de festival de los muertos y gradualmente fue cambiando en muchos aspectos hasta convertirse en lo que es hoy día. Fue a inicios de 1800 que los irlandeses introdujeron su manera de celebrar Halloween en Estados Unidos y, por el globalismo, esta celebración se ha extendido a muchos rincones del mundo”.

“En cambio, la celebración de todos los santos es en la Iglesia una fiesta de alegría, en la que celebramos la vida, porque recordamos que, mientras vamos de paso en este mundo, tenemos la esperanza de que un día llegaremos a la presencia de Dios y de ello nos dan testimonio todos y cada uno de los santos que ahora forman parte de la asamblea celestial”.

ES INCOHERENTE QUE UN CATÓLICO LO CELEBRE

Al conocer los inicios del Halloween, él considera que es incoherente que un católico lo celebre, ya que es la fiesta de la muerte, por lo que, actualmente, “se realizan muchos esfuerzos en gran parte de las parroquias para dar énfasis y realce a esta solemnidad, pidiéndole a los niños y a los adultos que se disfracen de un santo de su devoción para realizar una procesión por las calles”.

“Eso a mi parecer es algo muy bueno, porque frena un tanto el avance de la globalización de esas contraculturas que en la sociedad mexicana vienen a opacar nuestras costumbres, especialmente entre la juventud”.

DÍA DE TODOS LOS SANTOS Y FIELES DIFUNTOS

De igual forma, explicó que la conmemoración de los fieles difuntos está ligada a la de todos los santos, “porque mientras celebramos el primero, aquellos que ya gozan de la presencia de Dios, conocidos y desconocidos, el 2 de noviembre, ofrecemos sacrificios espirituales por aquellos que aún se encuentran en el purgatorio, esperando su entrada al cielo”.

“Nuestra obligación como cristianos es rezar por los que están todavía en el purgatorio, de esta manera podremos asegurarnos que el día de mañana alguien estará rezando por nosotros cuando hayamos fallecido y nos encontremos también en la misma situación”.

Por estas razones, mencionó el sacerdote, los católicos deben centrar su atención en los misterios de su fe, “especialmente en lo que toca al final de la vida y a la interrogante humana sobre lo que habrá después de la muerte, que para los creyentes es una situación resuelta, sabiendo que un día estaremos con Dios, con Cristo y la virgen María. No tenemos otra esperanza más grande en esta vida que nos motive a ser mejores cada día”, concluyó Torres García.