CELAYA, Gto.- Aunque el número de fieles católicos sigue aumentando en todo el mundo al registrar 1.389 millones durante 2022, la cantidad de sacerdotes sigue disminuyendo al pasar de 549.73 millones a 407.730 millones en el mismo periodo, lo que implica grandes retos para la Iglesia en el tema pastoral, así lo dio a conocer la “Agencia Fides” perteneciente a la Santa Sede, quien extrajo los datos del “Anuario Estadístico de la Iglesia” actualizado al 31 de diciembre de 2022.

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Sobre el tema, Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, Obispo de la Diócesis de Celaya mencionó que desafortunadamente las familias disfuncionales, el ambiente anticlerical, la falta de disciplina y el egoísmo son las principales causas por las que los jóvenes ya no están interesados en ser sacerdotes.

CRECE NÚMERO DE FIELES, PERO DISMINUYEN SACERDOTES

La información precisa que África y América lideraron el crecimiento, con aumentos de 7.2 millones y 5.9 millones de fieles respectivamente, sin embargo, el único continente que registró una disminución fue Europa con 474 mil personas.

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A pesar del crecimiento en el número de fieles, la Iglesia ha experimentado una disminución en la cantidad de sacerdotes, reduciéndose a 407.730 millones en todo el mundo. La reducción se dio, de manera especial, en el continente europeo, donde se perdieron 2.745 vocaciones, en contraste, África y Asia tuvieron un aumento de 1.676 y 1.160 respectivamente.

En el caso del continente americano la disminución de vocaciones tuvo una variación del -3.2% y, es que, el número de seminaristas tuvo una pérdida de 1.414 con respecto al 2021 registrando un total de 108.481 y la cantidad de seminaristas menores se situó en 95.161 a nivel mundial.


Al respecto, el obispo mencionó que estas pérdidas pueden estarse dando debido a que actualmente la sociedad vive en un ambiente anticlerical, las jóvenes viven en familias disfuncionales, les falta disciplina y el deseo de servir a los demás a causa del egoísmo, por tal motivo, en el caso de la Diócesis de Celaya se trabaja con un equipo de sacerdotes que se encarga de atenderlos espiritual, académica, pastoral y humanamente. Además, cuentan con apoyo psicológico, orientación y promoción vocacional para que encuentren su vocación.

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Además, indicó que en la Diócesis de Celaya el número de sacerdotes que hay que son más de 200 no se da abasto para el número de fieles que demandan su presencia para llevar a cabo servicios como misas, confesiones, visitas a los enfermos, dirección espiritual y más, por lo que, es importante para la comunidad diocesana el seguir promoviendo las vocaciones, no sólo en esta comunidad parroquial, sino en todo México y el mundo.

MISIONES AYUDAN A PROMOVER LAS VOCACIONES

A pesar de que Europa fue el principal promotor de la Iglesia Católica en el mundo, actualmente el número de fieles y sacerdotes ha disminuido, ante esto, el padre Samuel Damián Pascual, director diocesano de Misiones, refirió que “históricamente se había considerado que de Europa salían antes todas las misiones, efectivamente hoy hay esta realidad y se atiende”.

La manera en que se atiende mencionó el sacerdote, es a través de las misiones, por ejemplo, “en Italia hay tres religiosas mexicanas que pertenecen a este territorio parroquial y que son misioneras ecuménicas. También hay un padre comboniano que está en España, hay muchos mexicanos que están allá para atender la situación. Las congregaciones religiosas tienen sus comunidades en distintos países, a través de ellas llegan los misioneros a los lugares que se necesitan”.

MISIONEROS EN LA DIÓCESIS

El presbítero comentó que no se tiene el dato preciso de cuántos misioneros existen en el país, ya que existen distintas congregaciones y cada uno tiene a sus propios integrantes. En el caso de Celaya “tenemos misioneros Combonianos, Javerianos, Guadalupanos, que son las instituciones más grandes misioneras adyentes. Hay Servidores de la Palabra fuera del país haciendo experiencia adyente, es decir, fuera de México. Hay religiosos, laicos y sacerdotes”.

Monseñor Aguilar Ledesma, recordó que se envió a Teresa, perteneciente al camino Catecumenal, a Túnez y después su siguiente experiencia es en España. “Se envió por parte de la diócesis como misionera, estamos en contacto, manda sus mensajes, al principio le tocó vivir en Túnez, África, una experiencia diferente. Ahí fue un abrir los ojos a una realidad totalmente diferente, el diálogo y el aprendizaje del idioma, la cultura diferente, sobre todo, sentirse perseguida lo que nunca había experimentado”.

“Siendo mexicana al principio los documentos no les parecían válidos, era perseguida, la requisitaban otra vez a la parte de Relaciones Exteriores o migración, había un departamento donde tenía que acudir nuevamente a llevar los documentos que ya había presentado. Es parte de lo que se vive al llevar el evangelio a otras partes del mundo. Tenemos ahorita un padre Javeriano que acaba de regresar de Indonesia, estará en la diócesis, en San Bartolomé ayudando, él se llama Javier Mexicano”.

INVITACIÓN Y REQUISITOS

El padre Samuel invita a todos a unirse y vivir esta experiencia misionera, cualquiera que sea su vocación o profesión, la cual la pueden vivir de tres maneras, la primera, de manera local durante la Semana Santa en que grupos de laicos y religiosas se unen para atender a las comunidades alejadas.

La segunda forma, es participando en la misión nacional, es decir, pueden acudir a las regiones de México más necesitadas como lo son, la Tarahumara en Chihuahua y Oaxaca, donde se envían alrededor de 200 misioneros. La tercera forma es participar en una misión internacional para quienes deseen vivir una experiencia más prolongada. Estas también se pueden realizar fuera del país.

En cuanto a los requisitos, refirió que a todos los interesados se les prepara para servir en los campos de misión. Además, se requiere que “la persona tenga los sacramentos porque hablará de Cristo, debe tener disponibilidad de prepararse para que sepa lo que va a ir a hacer, no basta la curiosidad, no es un paseo turístico. Es llevar el evangelio e involucrarnos con las necesidades de las personas y también quien guste ir fuera del país necesita dominar otro idioma, gozar de buena salud, porque se necesita de mucha acción”.

Finalmente, el obispo agregó que “se evalúa para conocer quién tiene el perfil, quienes califican. Aparte del valor, la fe y el conocimiento es muy importante la salud, hay una edad para ser misionero. Para los lugares locales no se les pide una edad, a quienes van a ir a estudiar sí, porque tienen que prepararse en el instituto, aprender del idioma, la cultura de dónde van, no van a ciegas, sino que se les da una visión panorámica”.