Entre la bruma de los recuerdos de infancia, Sergio Scariolo rescata ntida una tarde del ao 1967, un nio siguiendo por el transistor un Mantua-Inter, jugueteando con una moneda entre sus labios. Cuando el locutor grit el gol “de un tal Di Giacomo, tras clamoroso fallo del interista Sarti“, aquel nio de seis aos se trag la monedita, “para pnico de los presentes”.

La ancdota -el susto no fue a mayores- define el lado ms pasional del seleccionador espaol de baloncesto, que esta noche estar en el Allianz Arena de Mnich dejando libre sus emociones, perdiendo la voz que ya trae tocada de los cambios de temperatura del pasado fin de semana en la Final Four de la Euroliga de Abu Dabi. Sufriendo con su Inter, el que se le qued grabado en el corazn en su infancia en Brescia y al que ha seguido por toda Europa. El nerazzurro hasta en la pantalla de su mvil.

“Mi aficin por el Inter empieza desde que tengo uso de razn. Los primeros partidos de los que me acuerdo fueron los del 67 (aquel Il Grande Inter que haba conquistado dos Copas de Europa con Helenio Herrera), el final de temporada de liga y de la final de la Copa de Europa contra el Celtic. Dos derrotas, por cierto. Y hasta ahora”, cuenta Scariolo a EL MUNDO antes de viajar a Alemania invitado por el Inter, que siempre mim a uno de sus tifoso ms fieles. A Sergio no le falta cada ao su camiseta azul y negra.

Sergio Scariolo, durante una visita a las instalaciones del Inter en 2019.

Sergio Scariolo, durante una visita a las instalaciones del Inter en 2019.Inter

“Es algo que entra dentro de lo poco que tengo en la zona irracional. Realmente no responde a parmetros normales de lgica. Empez con mi to favorito, que era interista hasta la mdula. Aunque ese recuerdo se pierde un poquito, estamos hablando de hace 60 aos”, explica el tcnico, siempre sereno, analtico y lgico cuando se trata de canastas, balones de baloncesto y pizarras… “Provengo de una familia de profesores”, suele presumir. Hasta que aparece el Inter y una locura “que se mantiene con mucha fe”. “Va ms all de las personas. Tengo recuerdos muy lejanos de victorias y derrotas, a prueba de toda decepcin y de ciclos negativos. Puro amor infantil”, admite con orgullo.

Y hace repaso de sus jugadores preferidos. De “Mazzola, Zanetti, Roberto BoninsegnaAltobelli siempre fue de mis favoritos. Honestamente, aprecio a muchos. Pero sobre todo son los colores, que tienen un significado especial al margen de los nombres propios”.

La vida de entrenador de Scariolo, que comenz de la mano de su mentor Ricardo Sales en las categoras inferiores del Brescia, pronto le llev a hacer las maletas. Con menos de 30 aos ya era primer tcnico del Scavolini de Psaro. Luego Desio, Bolonia… Y en 1997, con 36, ya estaba en Espaa (en Vitoria con el Baskonia), donde sigue residiendo, ahora en Marbella con su esposa Blanca Ares. A Italia volvera, pero Sergio entren (y entrena) por medio mundo, Mosc, Toronto… “He visto muchos partidos en directo. Pero tambin por la tele, por internet o en circunstancias raras, claro, porque mi trayectoria profesional pronto me alej de Italia. Tambin hubo algn viaje bastante curioso…”, cuenta, para relatar una de las ancdotas que resumen su locura por el Inter.

Mayo de 2010. Scariolo, que ya se las haba apaado para estar en el Camp Nou en la semifinal contra el Bara, la de Mourinho y los aspersores, de donde tuvo que marcharse “a toda prisa y con cierto nerviosismo”, es seleccionador espaol y tcnico del Khimki de Mosc. El da de la final contra el Bayern… “Entren por la maana, luego fui al aeropuerto, cog un vuelo va Pars y llegu al partido”, rememora de los apuros en el Santiago Bernabu. “Cuando acab la final, sin tiempo para ver los festejos, me llevaron en scooter fuera de la zona vetada a los coches. Me recogi un coche y me traslad a toda prisa al aeropuerto (el avin parta a las 23:30 horas). Seis horas de vuelo para Mosc de vuelta, un descansito, entrenamiento por la maana y por la tarde el partido de semifinales de Liga contra el Lokomotiv Kuban. Una aventura para archivar con nostalgia en el cajn de los mejores recuerdos”, pronuncia.

En la semifinal contra el Bara de hace unas semanas, Scariolo, que coment para Movistar el partido de cuartos de Euroliga de los azulgrana contra el Mnaco, corri para Montjuic desde el Palau para presenciar el apasionante 3-3 de la ida, aunque se perdi el primer gol de Marcus Thuram. Tambin el ao pasado estuvo presente en el palco del Metropolitano, aunque esta vez le toc sufrir la eliminacin nerazzurra en la tanta de penaltis contra el Atltico de Madrid. Esta noche estar en Mnich y “espero que pudiendo gritar”.