El estallido de disturbios y rias tumultuarias nocturnas en un kilmetro a la redonda del estadio, con los ultras polacos lanzando bengalas, vandalizando bares, realizando pintadas y pegando adhesivos, fue simplemente el colofn a una escalada de tensin mantenida durante los prolegmenos del encuentro, con Vallecas convertida en una zona sitiada por el operativo policial, que confiaba en evitar nuevos incidentes.
Los nimos estaban tan caldeados que, durante la tarde de ayer, el Rayo Vallecano se vio obligado a emitir un comunicado en su cuenta de Twitter pidiendo a su aficin —que, en su inmensa mayora, mantiene una posicin opuesta a la direccin y gestin del club por parte de Martn Presa— un llamamiento a la calma: Desde el Rayo Vallecano de Madrid solicitamos a nuestra aficin que mantenga hoy una actitud ejemplar ante el equipo y la aficin visitante. Rogamos que la respuesta ante cualquier provocacin sea la calma, el respeto y el apoyo a nuestro equipo, rezaban las cuentas en redes sociales del conjunto.
Ms all de la rivalidad lgica entre dos equipos que se enfrentan en un torneo europeo, el posicionamiento ideolgico de las aficiones haca presagiar, desde que se conoci el cruce, un posible desenlace violento. Por un lado, los Bukaneros del Rayo ostentan una ideologa antifascista, antirracista y simpatizante de las ideas comunistas. Mientras tanto, los ultras del Lech Poznan —divididos en distintas familias como Terror Machine o Kolejorz— profesan una ideologa anticomunista, homfoba, antizquierdista y mantienen vnculos con el crimen organizado, especializado en el cobro de deudas y el trfico de drogas. Factores que llevaron a calificar el partido como de alto riesgo por parte de la Comisin Antiviolencia.
Adems, por primera vez en 15 aos, el campo del Rayo no pudo vender entradas en taquilla el da del partido (como es costumbre en Portazgo), por orden de la polica. Una medida que el club y la aficin han criticado al considerarla impuesta sin el consenso ni la participacin del Rayo.
Los nimos se caldearon an ms tras la difusin en redes sociales de un vdeo colgado por el propio Lech Poznan, en el que un empleado del club se burlaba y criticaba las instalaciones del equipo vallecano, ridiculizando detalles como la foto de un seor en la llave del vestuario visitante, las botellas de agua mineral almacenadas en cajas o la distribucin de las estancias.
Horas ms tarde, ya de noche, Kawu, un grafitero ultra del Lech Poznan, se grab colndose en el estadio del Rayo para pintar con espris su sea de identidad: una cabra (smbolo de su ciudad) vestida con los colores del equipo, acompaada de gran cantidad de pegatinas en una de las gradas de Vallecas. Una nueva provocacin que rpidamente se difundi por redes sociales y que fue el preludio exacto de la batalla campal que horas ms tarde se desatara por las calles del barrio.
La refriega multitudinaria se produjo cerca de la medianoche, aunque sus orgenes son contradictorios. Segn fuentes policiales consultadas por este diario, un grupo de unos 150 ultras del Lech Poznan sali del metro Buenos Aires en direccin a la avenida de la Albufera para enfrentarse con los Bukaneros, que ya les aguardaban.
Por su parte, la versin que comparten fuentes de los Bukaneros asegura que los hinchas del Rayo acudieron a las inmediaciones del estadio tras “provocaciones” en redes sociales por parte de los polacos y al conocer que estos haban pintado grafitis en su campo.
Al encontrarse ambos grupos comenz lo que, en jerga ultra, se conoce como el baile. Es decir, enfrentamientos y escaramuzas entre aficiones ultras antagnicas. En el caso de Vallecas, la danza incluy pirotecnia, adoquines, bengalas, botellas y sillas volando por los aires, mientras los vecinos, atnitos, grababan con sus telfonos mviles.
Las grabaciones difundidas durante la madrugada muestran dicho baile, con grupos y grupsculos de ambas aficiones atacndose durante un cuarto de hora, con una polica y unos servicios de emergencia que, segn relatan testigos presenciales a EL MUNDO, no aparecieron hasta pasados casi 20 minutos desde el inicio de las escaramuzas. Las calles vallecanas se convirtieron en lo que pareca un teatro de operaciones militares, en el que los ultras polacos llegaron incluso a vandalizar el interior de un bar.
Pese a la espectacularidad y violencia de los enfrentamientos, los choques solo registraron un herido y un detenido. No obstante, el nmero real de lesionados podra ser mayor. En este mundillo todos sabemos que si vas al hospital despus de una pelea van a acabar llamando a la polica y vas a acabar interrogado o con cargos, as que los hospitales no se pisan salvo que sea totalmente imprescindible, explican fuentes del entorno ultra.
Fuentes policiales indican que un hombre result herido leve tras recibir un golpe en la cabeza y fue trasladado al Hospital Gregorio Maran, y que un aficionado del Rayo fue detenido en la calle Teniente Muoz Daz. La polica le acusa de delitos de ria tumultuaria y desrdenes pblicos, tras haber sido presuntamente sorprendido junto a otros hombres golpeando a un hincha polaco.
Con estos antecedentes, la tensin era visible a pie de calle en las inmediaciones del estadio de Vallecas, donde la Polica Nacional despleg un gran operativo con unidades antidisturbios y agentes a caballo, que dispersaron a grupos de aficionados rayistas que, desde la calle, se increpaban con los hooligans del Lech Poznan ya ubicados en las gradas.

